La temporada pasada nos quedamos con las ganas, así que el pasado jueves nos escapamos a las visitas guiadas que se realizan para conocer la torre de la iglesia de Santiago el Real, en Logroño. Mereció la pena.
La iglesia en sí llama la atención al visitante por su majestuosidad al entrar: al no tener columnas, presenta un gran espacio coronado por unas bóvedas a 25 metros de altura ¡que tuvimos la ocasion de ver por encima! La verdad es que al visitar una iglesia uno no se para a pensar cómo será esa parte superior, por lo que cuando te ves literalmente pisándola, te quedas fascinado.
Creo que lo que más me impactó de las explicaciones que nos dió el párroco -buenísimo como guía- fue que las bóvedas ¡¡no llegan a un palmo de grosor!! Pudimos subirnos a comprobarlo -como Santo Tomás, con el si no lo veo, no lo creo– y podéis creer que me alejé mucho más rápido de lo que me había acercado. Quién sabe, las bovedas llevan quinientos años en pie, pero el subconsciente no entiende de eso.
La iglesia de Santiago pasa por ser la más antigua de Logroño, aunque a causa de un incendio tuvo que comenzarse casi desde cero en el año 1500. Sí que hay vestigios anteriores, como esta escultura (parece un canecillo reutilizado) en el muro interior de la torre.
Las vistas al coronar la torre son espectaculares. Hasta 1902 hubo un chapitel que se tuvo que desmontar porque se le culpaba del excesivo peso de la torre; hoy en día es una terraza con kilómetros y kilómetros de visibilidad.
Una experiencia para no perderse, especialmente para los que vivimos en Logroño. Las visitas tienen lugar los jueves a las 22:00 (excepto el mes de agosto) y los sábados a las 11:00.
ACTUALIZACIÓN 2013: El recorrido será de aproximadamente 45 minutos, con un máximo de 20 personas por visita. Las entradas se podrán conseguir on line, a través de la página web www.ticketea.com, o a través del terminal instalado en la Oficina de Turismo al precio de 1 euro.
