Dedicarse a lo que a uno le gusta es una bendición: disfrutas de tu trabajo y los demás lo notan. Todos los grupos tienen sus peculiaridades, pero aquel con el que estuve ayer me ofreció la oportunidad de visitar las Bodegas Contador y hacer una cata completa de los vinos de Benjamín Romeo, con el primer vino español que consiguió los deseadísimos 100 puntos de Robert Parker (es decir, según él, la perfección).

La cata estuvo dirigida por Carlos Echapresto, sumiller de la Venta de Moncalvillo, quien nos estuvo enseñando las particularidades de esta tierra a pie de monte y a pie de viña.

Restos de Contador y de la Viña de Andrés Romeo

Restos de Contador y de la Viña de Andrés Romeo

Todos los vinos que catamos estaban espléndidos, pero el Contador fue algo fuera de serie. No soy una fiel seguidora de las puntuaciones Parker, pero tengo que darle la razón en lo que respecta a estos vinos, entre otros. El bolsillo puede salir dañado si te toca pagar la botella (150€ en bodega), pero una ocasión especial lo puede merecer. ¡Qué delicia!

Los clientes, bodegueros del Valle de Napa de California, salieron embelesados. Por eso me pregunto cómo pudo quedar vino en la botella.