Matute es un precioso pueblo enclavado en el valle del río Najerilla, a la sombra de unas enormes peñas. Esta excursión del salto del agua es más un paseo que una ruta de senderismo. Con unos 3 km de longitud (ida y vuelta) es ideal para ir con los niños pues apenas tiene dificultad, pero resulta toda una aventura para los enanos.

Los los coches se pueden dejar en la plaza del pueblo o junto al frontón nada más entrar a Matute. Después de cruzar el pueblo se sube una pequeña cuesta y nos topamos con un cartel que describe la ruta. Ahí empieza el sendero que baja por unos escalones hasta un canal de regadío. Torcemos hacia la derecha y ya es cuestión de remontar el arroyo hasta el salto del agua (1,5 km).

Remontando el riachuelo

Es una senda estrecha y jalonada de puentes que hacen las delicias de los niños. Alterna sol y sombra aunque según se remonta el riachuelo se van estrechando el camino y hay más parte de sombra así que un jersey nunca está de más.

Cruzando uno de muchos puentes

Cruzando uno de muchos puentes

Al final del camino encontramos un pequeño salto de agua que brinca de entre las rocas. Es el final de la excursión. Unas fotos, los niños se hinchan de tirar piedras, almuerzo y vuelta por el mismo sitio.

Salto del agua

Salto del agua, al final del trayecto