Llevo tres días trabajando con el equipo de rodaje de la futura serie de TVE Gran Reserva. Va a estar ambientada en La Rioja y constará en un principio de 13 capítulos. Si la audiencia responde, se hará una segunda temporada.
Lo que más me ha llamado la atención durante estos días es la cantidad de gente que trabaja en una serie como éstas y que tiene que desplazarse desde Madrid para grabar los exteriores, principalmente en las viñas de Finca Valpiedra y en el pueblo de Briones: peluquería, maquillaje, atrezzo, dirección, sonido, cámaras, montaje, servicio de catering… Allí estábamos más de setenta personas. Los exteriores de Finca Valpiedra estaban copados con el camión cocina, el de vestuario, la caravana de peluquería, los camiones de montaje.
En un rodaje no puede oirse absolutamente nada que no sea la voz de los actores o lo que aparezca en el guión. Por eso, hay que cortar el rodaje si a alguien le suena el móvil, pasa un coche o… un avión. Resulta muy extraño estar horas y horas rodeado de un montón gente en completo silencio.
Eso sí, cuando la conversación está permitida, el grupo de la productora me ha hecho sentir como una más y se han interesado mucho por nuestra tierra. Después de pasar tantas horas trabajando aquí, muchos quieren venirse de vacaciones.