Un poco de historia

En el corazón de Rioja Alavesa nos encontramos con Laguardia, una villa rodeada de murallas gracias a las cuales queda claro su carácter militar y defensivo. En la Edad Media las constantes luchas entre los reinos de Navarra y Castilla hacían que Laguardia cambiase de manos en repetidas ocasiones, pero finalmente en 1486 se incorpora  a la provincia de Álava y sus hermandades.

En el siglo XVI Laguardia experimentará un gran crecimiento cultural, económico y poblacional gracias el comercio del vino y al establecimiento de familias pudientes. Una de las características de la villa son las bodegas subterráneas que hay debajo de las casas, a través de las cuales se podría recorrer de principio a fin el pueblo.

¿Un pueblo de fábula? Podríamos decir que sí, sin lugar a dudas, no solo por su encanto y su magia si no, por dar a luz en el siglo XVIII al escritor Félix María de Samaniego, entre cuyas fábulas más conocidas se encuentran La cigarra y la hormiga, El perro y el cocodrilo, o La zorra y las uvas.

Félix María Samaniego

Escultura de Félix María De Samaniego, Paseo “El Collao” (Laguardia)

La última guerra carlista tuvo importantes consecuencias en la villa. Se decidió destruir su fortaleza y cómo resultado quedó un pueblo abierto. Hoy en día podemos disfrutar de dos torres convertidas en torres-campanario, varias torres menores y restos de muralla que hacen de Laguardia un lugar especial e inolvidable para los viajeros y amantes del turismo.

Turismo y bodegas de Laguardia

Cómo buenos turistas antes de viajar deberíamos consultar el tiempo. En invierno y otoño, nos moriremos de frío; un buen abrigo, bufanda y gorro serían la mejor opción; en primavera, como dicen en la comarca, “hace fresco” por lo que la  ropa nunca sobra; en verano el clima es estupendo. Hay que tener en cuenta que estamos ante un pueblo situado en una atalaya y fortificado por lo que en sus estrechas y sombrías calles una chaqueta nunca está de más.

Comenzamos por la mañana nuestro día en el mirador situado en una de las puertas de la muralla: La Puerta de Páganos, donde podremos observar los viñedos, otros pueblos de Rioja Alavesa (Navaridas, Páganos y Elciego) y la hermosa Sierra Cantábria a cuyos pies descansa Laguardia. Una vez entremos por la puerta antes mencionada, daremos un paseo por dentro de las murallas dónde encontraremos varias casas palaciegas en perfecto estada de conservación con sus diferentes escudos nobiliarios.

Mirador de Páganos

Mirador Puerta de Páganos (Laguardia) Fotógrafo: José Miguel Rodríguez Martínez

La media mañana es ideal para realizar una de las actividades más concurridas por los turistas: una visita a una de las tantas bodegas que puedes encontrar en la villa, ya que no hay que olvidar que el enoturismo es uno de sus puntos más fuertes. Bodegas como El Fabulista o el Centro Temático Villa Lucía son dos destinos de interés turístico (es aconsejable realizar reserva con antelación). Las visitas finalizan con cata de vino. Antes de comer, podemos ir a la Plaza Mayor del pueblo donde nos encontraremos con un reloj estilo carrillón del cual saldrán unos bailarines o “dantzaris” con la música tradicional del lugar bailando la danza de Laguardia (horarios del reloj: 12:00, 14:00, 17:00 y 20:00; en verano también a las 22:00). Se recomienda llegar tres o cuatro minutos antes de la hora, para no perderse la salida de los bailarines desde el reloj.

Calle de Laguardia

Calles de la villa de Laguardia. Fotógrafo: José Miguel Rodríguez Martínez

Bares y restaurantes en Laguardia

Llega la hora de comer, y como buenos turistas querremos llenar el “buche” probando la comida típica de la zona acompañada de un buen vino de Rioja. Justamente en la Plaza Mayor,  nos encontramos con la Hospedería de los Parajes, un lujoso hotel-spa-restaurante con un calado del siglo XVI y comida exquisita. El restaurante Amelibia es otra buena opción, situado a las afueras de la muralla con una comida tradicional con un enfoque moderno. Para los más inquietos que prefieren comer de pinchos (o pintxos, como se dice en Laguardia), mi recomendación es Bar Biazteri, ganador en repetidas ocasiones del concurso de pintxos organizado en el pueblo. Nada más entrar su gran barra de pintxos te dejará indeciso, sin saber cual elegir. Al salir, podemos echar un vistazo a la iglesia de San Juan Bautista, de estilo gótico con una ampliación que data del siglo XVIII.

Pasear por Laguardia

Una vez que tengamos la barriga llena, qué mejor plan que ir a dar un paseo y disfrutar de las vistas. Podemos salir por la puerta de Santa Engracia y embarcarnos en el precioso paseo de El Collado, en el cual nos encontramos la estatua del Fabulista, Félix María de Samaniego, así como las vistas a la famosa bodega Ysios, que pertenece al grupo Domecq, y que fue diseñada por el arquitecto Santiago Calatrava. Preciosa postal que lleva de fondo la Sierra de Cantabria.

Bodegas Ysios en Laguardia

Bodegas Ysios

Ya sea por la mañana o por la tarde es muy recomendable visitar la iglesia de Santa María de Los Reyes del siglo XIV de estilo gótico con un pórtico policromado y en perfectas condiciones que hace las maravillas de los visitantes a la ciudad. Justo al lado nos encontramos con la Torre Abacial, de origen militar.

Torre abacial

Torre abacial

Para finalizar el día de turismo por Laguardia, los que se queden a dormir pueden vivir  un “chiquiteo” por los bares de la villa degustando diferentes vinos de la zona, donde se encontrarán con la gente del pueblo que con su gracia y amabilidad les hará sentir como uno más.

Plaza Nueva

Plaza Nueva (Laguardia). Fotógrafo: José Miguel Rodríguez Martínez

Naturaleza, arqueología y entorno

Tampoco nos olvidamos de los amantes de la naturaleza. Laguardia como destino turístico es idóneo ya que podemos encontrar actividades y lugares para todo tipo de turismo.  Desde la Plaza Nueva (foto anterior) se puede observar el biotipo protegido de agua natural dulce y una balsa artificial. Si queremos acceder a pie solamente está a diez minutos andando: hablamos del “El Prao de la Pau”. Ya sea caminando o en bici, existen multitud de caminos por los que descubrir el maravilloso paisaje de viñedos de la Rioja alavesa.

El Prau de la Pau

El Prau de la Pau(Laguardia). Fotógrafo: José Miguel Rodríguez Martínez

En cuanto a arqueología, alrededor de Laguardia se han encontrado importantes restos arqueológicos. El poblado de “La Hoya” y sus dólmenes son un buen ejemplo, a un paso de la villa.

Laguardia: Una villa diferente para amantes del turismo, el arte, la cultura y el buen vino, donde pasarás un día perfecto.

Visitas guiadas a Laguardia

Riojatrek ofrece visitas guiadas a Laguardia en castellano, inglés, alemán y euskera que pueden completarse con una visita a una de las muchísimas y variadas bodegas que se encuentran entorno a la villa. Solicite presupuesto sin compromiso:

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Información adicional

Para más información, pueden consultar la web de la Oficina de Turismo de Laguardia o llamar al teléfono 945 600 845.